Como piñas como frugales
Como hostias como panes
Como vales como miras
Como cobro con tus males
Como hacer como querer
Como vos no me cieles
Como sentir que me quiero ir
Como piñas como frugales
Como hostias como panes
Como vales como miras
Como cobro con tus males
Como hacer como querer
Como vos no me cieles
Como sentir que me quiero ir
En mis tierras, los campesinos están frustrados por la marcha de los caballos sobre sus campos, aplastando los cultivos y llevandose por delante el pan de mañana.
En mis tierras, todos los días los animales huyen de dónde se hachan arboledas enteras para guardar fronteras, y la ansiedad de los vigilantes enciende por la noche los troncos talos en la mañana.
En mis tierras, el sol sale del lado opuesto a las caras de los que se trenzan medallas al pecho.
En mi cielo no hay hueco para las estrellas porque mis heridas rellenan el vacío de las nubes con un tizne colorado.
Por eso, si mi corona vuelve al cielo le pido a la tierra que se trague mis guerras
Creo que algo divino experimento conmigo,
Porque mientras lloraba colgado en la cama salió un suspiro de mí carne y reencarne en una habitación que daba al pulmón de un edificio.
Era una habitación sin puertas, con unas pocas cosas, y una mesa en el medio con dos sillas.
Hermosos seres de luz paseaban por la habitación hambrienta de visitas acompañandome a ver,
admirar,
juzgar,
tocar,
romper y reparar las cosas
pero la mesa estaba siempre vacía.
Te vi llegar de cerca, a los bifes entraste para que nos veamos,
y preparé la cena
Cocine con mi vista encarnada en tus labios
y te pregunté tus años porque
tu piel magra y tus piecitos en punta me dieron de pensar
al toque deduci que si trabajabas con ella tenías edad para amarme
así fue dócil la diosa que te encantó dejandote con un ojo mono por otra vez primera, y a mi me entregó, en bandeja de plata,
una última y primera cena.