Me siento aturdido, confuso de impotencia
es por estos giles que pretenden que nos quememos laburando bajo el sol como un ladrillo,
y los otros lavataper que creen saber y entender lo que queremos y hablan por nosotros,
nos sacan las palabras de la boca cuando ya estabamos ciegos
y nos ensordecen con su verborrea política y con sus picos benévolos.
Más encima pareciera que el sufrimiento y la culpa que conllevamos
fortalece el yugo que nos pone cabizbajos
y lo que nos queda es mirarnos las manos
mojadas de limpiar vidrios
por dos pesos.