lunes, 18 de noviembre de 2019

Astro Trueno

Llegada la noche y el silencio, el punto me mira, examina el interior de mi boca como espejo intrabucal de un dentista. Su caño suelta amarras en mi lengua y el martillo golpetea el tambor detrás, anunciando el desembarco bajo las estrellas.
Con decisión doy la señal, como una bengala destella el recorrido, iluminando mi nuca, mi brazo y abordando el disparador a través de mi índice. Ese segundo duró una estancia en una sala de espera, pude sentir el viento de bolina, generado por la fuerza de movimiento de la bala, o puente curvo.
Pronto pude sentir como se oscurecía todo a mi alrededor y al caer el metal sobre la pared interior de mi boca sentí como hacían aparición pequeñas estrellas en ese abismo y mientras mi sesos se dispersaban por el aire me sentí uno con el cosmos, libre sobre el término.