sábado, 24 de agosto de 2019

Una nota

Soñé que escuchaba una nota mientras presenciaba el vacío.
Era una única nota musical encontrada en un antipático y abismal lugar. Sonó ella sola pero yo escuché una armoniosa melodía, escuché el trino de un jilguero, escuché la alegría de un nacimiento, escuché la timidez de un primer beso, escuché la calidez de una comida caliente cuando se tiene el estómago vacío, escuché el entusiasmo de un potrillo queriendo salir a la pastura luego de largo tiempo encerrado. Esa única nota me desarmó y acto seguido cabalgó entre la espesura y se difuminó entre la no-luz.
Me quedé varios minutos tratando de comprender y madurar lo que había pasado y cuando tome posesión de mis compuestos redacté en la bitácora lo ocurrido, como debía ser. Inmediatamente después me propuse encontrar aquella nota entre la densidad, necesitaba escucharla de nuevo, nunca había experimentado tan complejo nirvana.
La llame y al rato aparecieron otras notas a consolarme o desviar mi atención con sus sonidos, pero ninguna desmotivaba mi búsqueda, yo solo buscaba oír su sonido una vez más. Ya cansado y a punto de regresarme, hace acto de presencia lo único por lo que yo seguía allí hasta ese momento. Pero su color había cambiado, y su sola presencia me disuadia de verla y engendraba el más grande de los temores en mi. Ya no era una armoniosa melodía, más bien era el tañido de una funesta campana, era el llanto ahogado de un ser querido, era el repiqueteo del galope de una reata, era el asfixiante calor de un incendio...
Su sonido fue turbio, desconcertante y amenazador. Y al partir, en vez de difuminarse, se partió en trizas.

viernes, 16 de agosto de 2019

01

Desde su luz asevera su imponente presencia,
acumula tus deseos e impulsos,
hace de un ataque un trance.
Su voz impoluta,
compuesta de simpáticos sonidos,
llama a tus deseos e impulsos
con una violencia neo-nazi
que no se puede dejar sin atender.
Su cuerpo se despedaza,
se arma y se desarma a voluntad
puede subsistir sin uno de hecho,
sobrevive en tus deseos e impulsos.
Hoy no lo sabemos pero
mañana existe y nosotros ya no,
la humanidad un cero y aquel un uno,
sus simpáticos sonidos
rondarán el mundo
sin conexión
a la
tierra.